a industria minera recibió con gran preocupación la aprobación de la reforma tributaria en el Congreso de la República, ya que, según la Asociación Colombiana de Minería (ACM) pone en riesgo la sostenibilidad del sector, en particular la producción de carbón. Incluso, se vería afectada aquella que es necesaria para avanzar en la transición energética del país.
Tras la aprobación por parte de la plenarias de Senado y Cámara, la tasa de renta del carbón sería superior al 55 %, si te tiene en cuenta el efecto de la sobretasa en renta y el impacto de la no deducibilidad, muy por encima de los países de la Ocde que, en promedio, tiene tarifas de renta de 21%, mientras que en Latinoamérica es del 26 %.
Juan Camilo Nariño, presidente la ACM, explicó que, con el impacto sobre la renta y el pago de otros impuestos, compensaciones y regalías (ahora no deducibles), la participación estatal sobre la minería sería cercana al 90 %, lo que resulta “absolutamente desproporcionado frente a otras actividades del país y frente a otros países mineros en donde la participación estatal no llega al 70 %”.
“Fue aprobada la no deducibilidad de las regalías y una sobretasa de hasta 10 puntos en renta para el carbón, que el Gobierno ha dicho es aplicable solo para precios altos, pero no es así, la sobretasa se aplicaría en precios normales de acuerdo a su promedio histórico”, agregó.
En ese sentido, el líder gremial precisó que el proyecto aprobado es inequitativo con el sector y compromete su viabilidad actual y la estabilidad económica y social de más de 900.000 familias que dependen de esta industria en los municipios mineros del país.
Además, insistió en que las regalías, al ser un costo, deben ser deducibles en el impuesto de renta. “La prohibición de la deducibilidad de las regalías desconoce la jurisprudencia y los principios constitucionales de equidad, igualdad, proporcionalidad y razonabilidad que rigen el sistema tributario, pues se estaría presumiendo una utilidad ficticia sobre el impuesto sobre la renta, generando un trato desigual e injustificado sin precedentes frente a otros sectores productivos, además de desbordar la capacidad contributiva del sector”, dijo Juan Camilo Nariño.
Y agregó que la reforma tiene profundas implicaciones económicas y trae consigo unos mensajes que desincentivan a los inversionistas del mundo en relación con la industria, además de afectar las inversiones necesarias para desarrollar la minería que se requiere para avanzar en una industrialización alrededor de la transición energética.
“En 2021 el sector aportó $ 5 billones en renta, regalías y otros impuestos. Este año se estima que esos aportes asciendan a $ 14,7 billones por cuenta de los precios altos. Todo esto se vería comprometido, ya que esta reforma desincentiva las inversiones necesarias para mantener o aumentar los niveles de producción actuales”, indicó el presidente de la ACM.
Finalmente, precisó que cuando se tiene una tributación tan alta lo que compromete es la estabilidad del sector en el mediano plazo. “No podemos pensar en el recaudo de hoy y dejar al país sin las oportunidades que ofrece la minería en el mediano y largo plazo”, puntualizó.
De los $ 13,3 billones que la industria minera invierte anualmente en bienes y servicios, tres de cada cuatro pesos se quedan en el país y uno de cada tres en sus áreas de influencia. Así mismo, el gremio indicó que, adicional a los impuestos y regalías, el sector invierte otros $ 180.000 millones al desarrollo social de las regiones. En el cuidado del medio ambiente, la industria minera destinó en el último año $ 638.269 millones en asuntos relacionados con el cuidado del aire, agua y reforestación.